Siempre he creído que para llevar bien esta enfermedad, es importante la actitud y motivación, y no tanto el estado de ánimo. Puedes tener todas las ganas del mundo de curarte y no por ello no puedes estar triste. El caso es buscar todas esas sensaciones que nos hacen seguir adelante.
Después de unos años tranquilos, una analítica volvió a darnos un sustillo. Llegaron todo tipo de pruebas más y biopsia. Entonces apareció esa palabra que es difícil de pronunciar METÁSTASIS. Pues nada palante…… Entonces empecé a buscar otra vez esa motivación “que nunca he perdido” pero necesitaba un extra.
Un día apareció en el buscador de mi ordenador. Club Deportivo YES WITH CANCER… Suena potente. Empecé a bichear sobre ellos y cada vez me impresionaba más.
Respeto, compañerismo, integración y solidaridad.
Estos valores son nuestro lema de vida. El deporte es la herramienta que nos ayuda a mantenernos vivos y transmitir nuestro mensaje.
Esa es la portada de su web. Después sus retos, sus obras sociales, el mensaje positivo que dan de la enfermedad. En fin me encantó lo que hacen. Enseguida me puse en contacto con ellos me atendieron súper bien y me pillé la ropa de ciclismo. Desde entonces tengo ese gusanillo por hacer pruebas y disfrutar del deporte más que nunca. Y lo importante es que la enfermedad con el deporte se lleva mucho mejor.
Me gustaría agradeceros que iniciarais este proyecto. Porque como he dicho antes esas palabras son mágicas.
YES WITH CANCER. Gracias.
Maratón MTB Guzmán El Bueno.
Hacía años que no participaba en ninguna prueba, estaba deseando que llegara el 16 de octubre y ponerme la equipación de YES WITH CANCER. Salida desde los últimos puestos con el fin de acabar y disfrutar.
Primeros kilómetros de charla con uno y otro, tragando mucho polvo de todo lo que llevábamos delante. Se iban formando tapones en subidas y bajadas que no me dejaron disfrutar del todo de la ruta, tuvimos que hacer mucho a pie, sabía que si salía detrás me iba a pasar, así que me lo tome con filosofía y fueron momentos de charla y risas. A partir del km 50 ya cada uno fue encontrando su sitio y fue llegando la parte más dura. Pero esas 3 palabras son mágicas y no sé de donde salía la fuerza. Disfrutaba de las subida y de las bajadas. Gente animando, los voluntarios de la organización te daban ese empujón que te hace apretar un poco más, los militares en los avituallamientos te quitaban los botes de las manos para rellenarlos. En fin, detalles que te hacen darlo todo y acabar con ganas de más. Pero de todo ello me quedo con el momento en que me vestí. Aún se me ponen los bellos de punta.
Sabía que con ese logo escrito en el pecho nada podía salir mal…
YES WITH CANCER. Nos vemos en la próxima.