Mallorca 140.6 – Crónica de David Guirao

25 de sept. 2021 día que visualizaba hace años, cuando decidí empezar a preparar el cuerpo para algún día poder realizar la distancia Ironman.

Día previo, al dejar a los peques en el cole decido subir con Juanka, uno de mis fieles escuderos y compañero de esta aventura, al hotel por la mañana con el objetivo de prepararlo todo y evitar estrés a última hora.

El día está desapacible para hacer una activación en bici o mojar el neopreno en un mar algo bravo; pero antes toca parar en el hospital de Inca a realizar lo que parecía un mero trámite como el de recoger el certificado COVID y entregarlo a la organización del evento. La cosa se complica, uno sale con certificado y al otro le tocará que le toquen las narices y la cartera para una prueba de antígenos.

Como yo era el que salía con dicho papelito, sigo camino del hotel relajado mientras recibo la llamada de Natalia, mi entrenadora, para aclarar los últimos detalles y desearme suerte. A la llegada a playas de Muro, nos acomodamos, esperamos a Víctor (otro compañero del club) para salir a rodar. Víctor y yo rodamos mientras observamos al que está pendiente de que le toquen las fosas nasales, hacer una activación muy de Pro. Cincuenta minutos bastan para volver al hotel, ducharse e ir a recoger los dorsales viendo como introducen un palo por la nariz a Juanka con el único fin de cobrarle 25€ (precio amigo para participantes).

Se incorpora a la expedición Miguel Ángel para intentar relajar tensiones en la pasta-party y jugar al concurso de quién se ha sacrificado más en la preparación de este Iroman, puesto que no es moco de pavo y quien más quien menos, algo hemos entrenado estos meses.

Briefing de la organización donde nos comunican oficialmente que el uso del neopreno será opcional a causa de la mala mar, cosa que a lo que los buenos nadadores, como Victor y yo, nos alegra. Quedamos a la espera de la confirmación del circuito que notificarán minutos antes de la salida en función del estado del mar.

Llegan mis refuerzos: mis padres, mi santa esposa y mis dos terremotos para darle algo de emoción a las horas previas al Ironman, algo que a pesar de los nervios, me encanta. El peque llega algo acatarrado y Sandra me propone subir a dormir al cuarto de Juanka, que como a buen Emir, la dirección del hotel le ha otorgado una habitación doble.

Cena rápida y subimos al cuarto pronto, mi brother tiene ganas de palique pero lo ignoro rápido para conciliar el sueño pronto. A las 5:15 a.m. saltamos de la cama y cada uno desayuna sus experimentos. Nos vestimos y vamos directos para la zona de transición donde encontramos a Ángel y Claudia que han venido a darnos apoyo.

A las 7:40 nos ponemos el neopreno y vamos a la playa. Nos informan que hay modificación en la natación, que estemos atentos que nos lo explicarán antes de empezar pero que siguen siendo dos vueltas y salida a la Australiana.

Nos juntamos los 7 participantes ( Consuelo nuestra guerrera femenina, Manolo que aunque parezca una inocentada hace la versión Half y no, 5 veces nonstop la distancia full, el experimentado Joan Damià, la dupla de Víctor y Miguel Ángel, mi brother que poca presentación merece, y un servidor) para quitar nervios, abrazarnos y sacar unas fotos con el fin que Santi deje de darnos el coñazo.

Cantan que faltan tres minutos, nervios, muchos nervios… realizo unas respiraciones profundas para relajarme, la natación me saca de zona de mi zona de confort.

Cuenta atrás, 3,2,1 y ¡al agua!

Con calma, mucha calma realizo la primera vuelta. Al salir a tierra escucho que me llama alguien, es Joan Damià el valiente ha decidido salir sin neopreno, y me anima a iniciar segunda vuelta. Misma filosofía y cuando me doy cuenta estoy fuera, esta vez soy yo quien llamo a Joan que ha salido 10” antes que yo. Que contento salgo, sin agobios y en un tiempo de algo menos de 1h 15’, directo a la T1 cuando me encuentro por sorpresa con Sandra y mis hijos.

La T1 con calma, preparo bici y al lío…

En las primeras pedaladas me doy cuenta que será largo, que a pesar de haber bebido un bidón en la T1 sigo con sed, así que decido que sacrificaré un bidón mío para sustituirlo en cada avituallamiento por uno de la organización. Pronto entro por caminos secundarios y no paro de pensar en ir con ojo y no pinchar, que Alberto ya se encargó de decirme que él hizo parche al hacer este circuito. En Muro me pasa Víctor, va fuerte pero eso ya lo sabíamos, cruzamos unos ánimos mientras subimos una pared infernal en Muro y pronto lo pierdo de vista. Voy concentrado en vatios, y en hacer juegos mentales porque me quedan más d 6h por delante cuando paso por la primera vuelta esta vez sin ver a nadie conocido. La 2º vuelta decido bajar algo vatios medios, el día no ayuda y sigue quedando un mundo, aún así ahora adelanto a algún que otro ciclista mientras sigo pensando en que la clave es no pinchar. A falta de unos 50km en una carreterucha veo a Miguel Ángel en un lado cambiando rueda, le ofrezco un cartucho de co2 pero me dice que esta controlado que tiene de todo. Sin darme cuenta me planto en la carretera de la Albufera, esta vez no voy tan ágil y rápido como en el anterior vuelta, ahora pega viento en contra. A falta de menos de 10km en un giro de 180º veo a Juanka y me dice que “pajarón”o algo así. Pienso que es muy pronto para tener el bajón y pensando algo breve para animarlo cuando lo pille. A falta de 1’ para entrar en la T2 me cruzo con sus padres y hermana y creo que él no se ha dado cuenta. Metros después, en una sombra, sentadas en el bordillo veo a Sandra y Martina quienes me gritan sonrientes.

T2 con Juanka. Lo veo jodido y lo primero que le pregunto es si ha visto a sus padres y hermana porque yo sí. Esto le cambia la cara, me pregunta por la pequeña Lara a lo que también asiento sin saber si es cierto, y le digo que vamos con mucho tiempo de margen que ponga el modo supervivencia con ca-cos. Él sale a correr, yo decido ir a miccionar.

Empiezo a correr, veo a mi amigo a unos metros pero llevo las patas como palos, no consigo coger ritmo a pesar de ir cazando a gente, Soy consciente que es mi sector y que soy duro de cabeza, no tardo en pillar a Victor que también va jodido, como todos en una locura de este calibre. Pronto en un cruce escucho a Alberto animar a Juanka, enfadado saco fuerzas para gritarle que me anime a mí también, a los metros visualizo al Yayo y a Cecilia. Que tostada llevo, el circuito no ayuda en nada, y encima es muy solitario. Menos mal que en un cruce se une a la expedición Santi, Pedro y sus familias junto al resto que ya había visto antes y montan un punto de animación CDYWC que sirve mucho más que cualquier SPECIALNEEDS (avituallamiento especial), a pesar de ser un cadáver me hacen sacar alguna sonrisa. Pronto veo a Manolo quien también se ha colocado en otro punto para poder ponerse a mi lado unos metros y ayudarme.

Paso por el km 30, última vuelta y aparece Sandra, le doy un beso y le digo que quedamos en una hora en meta. Me encuentro a Consuelo y le animo. Yo estoy acabando y ella empezando la maratón, ¡qué fuerza mental para no rendirse! Últimos kilómetros y voy hecho un cadáver a pesar de notarme corriendo ágil. La gente se sorprende y me lo dicen, tengo ganas de llegar al punto de animación CDYWC pero ahí no hay nadie de los míos, saco fuerzas porque queda nada. Último avituallamiento a 500metros de meta decido parar refrescarme y ponerme guapo para la foto mientras dudo si caminar o correr porque voy muy vacío.


Quien me conoce sabe que no hay duda, ¡correr sí o sí! Y… AHORA YA SÍ, visualizo la meta escuchando a la speaker gritar que está a punto de llegar a meta por parte del CLUB DEPORTIVO YES WITH CANCER, DAVID GUIRAO!

Ahí están los míos: mis padres, Sandra, mis hijos, mis amigos, mis compañeros y sus familias para poder compartir conmigo esta meta y poner fin a este IRONMAN EN UN TIEMPO DE 11h 28’


Ver todas las novedades

Scroll to top